Al igual que el vino, los quesos tienen una personalidad y sabor que va de la mano de la tierra donde se producen y de los procesos a los cuales son sometidos. En ambos productos existe una infinidad de variedades. En el caso de los quesos podemos encontrarlos elaborados de leche de vaca, oveja o cabra y también los hay frescos, semicurados y viejos, en función del grado de curación que presentan, de una forma muy similar a lo que ocurre con los vinos.
Ahora bien, su combinación es sinónimo de gran sabor y de una experiencia para nuestros sentidos. No obstante, es clave el maridaje que escojamos para disfrutar del sabor de ambos sin que ninguno se vea minimizado a nivel gustativo. Sebastián Labbé, Enólogo de Vinos Ultra Premium de Viña Santa Rita, recomienda algunas alternativas para disfrutar de este maridaje.
Queso Brie con Chardonnay
El Brie es un queso tradicional francés, que se elabora con leche cruda de vaca y que se clasifica entre los quesos de pasta blanda. Untuoso, flexible y de textura cremosa. Su corteza, que se come también, tiene un sabor suave, con un sutil aroma a moho y champiñón fresco, aunque en ocasiones se percibe un aroma frutal y a nuez. Se detectan sabores lácticos dulces, delicados con notas de nuez, sedas y heno, de repente hasta de ajo y trufa negra.
Para este queso, recomendamos Medalla Real Gran Reserva Chardonnay, un vino de color amarillo verdoso brillante, con un bouquet complejo, que combina notas minerales, notas de cítricos, nectarines y flores. En boca es un vino refrescante, bien balanceado, de buen peso, textura sedosa y profundo.
Quesos suizos con Ensamblaje
En Suiza se producen alrededor de 350 variedades de quesos, siendo uno de los más típicos el Emmental, cuyo origen se centra en el valle del Emmen, y el Gruyère/Greyerzer, que es punto de referencia de los quesos de dicho país.
Le Gruyère AOP existe desde 1.115 y su típico aroma fino se debe a la leche cruda de primera calidad de vacas de la región de Gruyère. Al degustarlo, se sienten notas frutales al principio, pero después se perciben sus inconfundibles notas de caramelo y pan tostado. Sabroso, aromático, afrutado y salino, es un queso perfecto para ser derretido.
Un vino ideal para maridar con quesos suizos es Triple C, el cual se caracteriza por su intenso color rojo rubí. Tiene un Bouquet desarrollado que se muestra en diferentes capas de complejidad que se suceden durante la degustación y que varía en el tiempo. Cuenta con presencia de frutas rojas y negras tipo grosellas, arándanos, notas de tabaco, chocolate y especias. Es un vino elegante, de buena estructura y balanceado, con suficiente profundidad para madurar en el tiempo.
Mozzarella di Bufala con Pinot Noir
La mozzarella es el principal producto de la leche de búfala, con una composición diferente a la leche de otras especies, como la vaca o la oveja. Más rica en proteínas, en grasas y, sobre todo, en calcio. Se pueden producir distintos tipos de queso, pero la mozzarella es la estrella principal, por ese sabor a leche en estado puro. De color blanco, con piel lisa y suave, elástica, con buena resistencia a la masticación. Su olor es el de la leche pura, con notas aromáticas de yogur y de hierba recién cortada.
Su suavidad característica lo hace ideal para disfrutarlo junto a Medalla Real Gran Reserva Pinot Noir, un vino elegante y concentrado de un color rojo rubí intenso y profundo, dominado por aromas a frutillas, cerezas y especias delicadamente combinadas con notas a tostado y vainilla. Tiene algunas notas terrosas que le agregan complejidad al carácter frutal a berries que tiene el vino. Cuenta con una columna vertebral firme y dulce y un final largo que potencia el desarrollo de la fruta en esta variedad.
Queso Cheddar con Merlot
Este queso inglés es elaborado con leche de vaca pasteurizada y, por lo general, con una pasta de textura firme y lisa, sin ojuelos, que data de hace 900 años. El sabor puede ser ligeramente dulce y afrutado, con matices de caramelo y manzana. Con más edad, tanto el aroma como su sabor se van volviendo más acentuados e intensos. Ofrece un equilibrio entre dulce, frutal, ácido y cítrico, con notas carnosas, herbáceas, de nuez, mohoso y mucho más.
Se sugiere combinar el queso cheddar con Casa Real Escudo de Familia Merlot, un vino de color rojo rubí de buena intensidad, cuyo bouquet es dominado por frutas frescas negras maduras del tipo arándanos, grosellas y rojas como frutilla, con ciertas notas especiadas, asociadas a componentes de la madera en la cual maduró.
¡Ahora solo queda disfrutar esta fiesta de sabores!